Libro realmente entretenido, es adecuado para todo público que quiere saber algo más  sobre astronomía y su historia, el autor utiliza un léxico sencillo y entretenido. Los temas van desde los inicios de la comprensión del cosmos por parte de los primeros humanos hasta nuestros tiempos. Los tres temas que más me gustaron fueron la comprensión griega de la tierra, los datos curiosos sobre el libro, y cómo ayuda la ciencia para el mundo moderno.

1. Los griegos eran los grandes pensadores de la Antigüedad, fueron quienes estructuraron gran parte del pensamiento romano, forman parte esencial  del mundo occidental. Una de sus atribuciones fue también la comprensión del cosmos y la tierra, una teoría daba a entender que la tierra era una masa de agua infinita con trozos de tierra flotante (las islas) éstas transitaban eternamente el infinito océano, otros creían que la tierra estaba en el centro del universo, y que todo estaba dando vueltas a su alrededor, entre ellos el sol y la luna.

Otra cosa que se me hizo sorprendente es el origen de la palabra planeta, viene del griego estrella vagabunda; ya que los planetas tienen orbitas diferentes a la de las estrellas.

2) El libro inicia con una introducción bastante peculiar, nos narra la historia de un hombre primitivo que trata de sobrevivir en el mundo prehistórico; una tarea bastante difícil sin la tecnología de la era humana. Nos introduce como se fueron dando los desarrollos de la medición del tiempo, estaciones y calendarios, las civilizaciones del mundo antiguo tuvieron una clase de autocrítica con renovaciones del sistema de medición, uno que me gustó fue la medición del tiempo por los egipcios. Para ellos estaba dividido el día y noche  en 24 horas, pero esas horas variaban con el transcurso del año. Ya que eran estrictos en dividir el día en 12, los días de invierno son más cortos, así que las horas también lo eran. Una locura porque si variaban mucho podían llegar a ser horas de 40 minutos. En lo que no se equivocaron fue en que sus ciclos de cultivo (la  inundación, la siembra y la cosecha), lo malo es que no era el mismo día; todos los años variaba por días.

3) Gran número de instrumentos que utilizan los científicos tienen otros usos en la vida cotidiana, en los casos de la ingeniería espacial sería imposible utilizar gran número de dispositivos electrónicos como los GPS o celulares inteligentes. Las nuevas tecnologías seguirán ayudando a mejorar los aparatos en la vida cotidiana. Se espera que en el futuro los taxis sean autónomos; proyecto que muchos países empiezan a desarrollar, pero sería imposible sin una red de internet eficiente y sin la ayuda de los  satélites.

Conclusiones

La verdad consideraría este como mi primer libro de ciencia, yo he leído mucho de historia, geografía y demás temas, pero este libro me gustó mucho porque pude experimentar otro tipo de lectura, aunque el tema ya lo he tocado antes; lo presenta desde otro punto de vista. Sin duda lo recomiendo.  En un futuro escribiré de otros dos libros del mismo autor, hasta ahorita no hay queja alguna.

Imágenes

El universo en una taza de café. (s. f.). [Imagen]. https://www.planetadelibros.com/libro-el-universo-en-una-taza-de-cafe/200737

Fuentes bibliográficas

Pereyra, J. (2015). El universo en una taza de café. Paidós.